- ZACARÍAS. INTRODUCCIÓN. UNO O DOS ZACARÍAS.
- ZACARÍAS. AUTOR Y ÉPOCA.
- ZACARÍAS. OBRA Y ESTILO.
- ZACARÍAS. PRESENCIA EN EL N.T.
- CAPÍTULO 1. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 2. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 3. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 4. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 5. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 6. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 7. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 8. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 9. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 10. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 11. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 13,7-9. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 12. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 13,1-6. ZACARÍAS.
- CAPÍTULO 14. ZACARÍAS.
domingo, 5 de enero de 2014
ÍNDICE. ZACARÍAS.
CAPÍTULO 14. ZACARÍAS.
14 1Mirad que llega el día del Señor,
en que se repartirá botín
en que se repartirá botín
en medio
de ti.
2Movilizaré
a todas las naciones
contra Jerusalén;
conquistarán la ciudad,
saquearán las casas,
violarán a las mujeres;
contra Jerusalén;
conquistarán la ciudad,
saquearán las casas,
violarán a las mujeres;
la mitad
de la población
marchará al destierro,
el resto del pueblo
marchará al destierro,
el resto del pueblo
no será
expulsado de la ciudad.
3Porque
el Señor saldrá a luchar
contra esas naciones
contra esas naciones
como cuando
salía a luchar
en la batalla.
en la batalla.
4Aquel
día asentará los pies sobre el Monte de los Olivos, a oriente de Jerusalén, y lo
dividirá
por el medio con una vega dilatada de levante a poniente: la mitad del monte se apartará hacia el norte, la otra mitad hacia el sur. 5EI valle de Hinnón quedará bloqueado, porque el valle entre los dos montes seguirá su dirección. Y vosotros huiréis como cuando el terremoto en tiempos de Ozías, rey de Judá. Y vendrá el Señor, mi Dios, con todos sus consagrados.
por el medio con una vega dilatada de levante a poniente: la mitad del monte se apartará hacia el norte, la otra mitad hacia el sur. 5EI valle de Hinnón quedará bloqueado, porque el valle entre los dos montes seguirá su dirección. Y vosotros huiréis como cuando el terremoto en tiempos de Ozías, rey de Judá. Y vendrá el Señor, mi Dios, con todos sus consagrados.
6Aquel
día no se dividirá
en
lumbre, frío y hielo;
7será un
día único,
elegido
por el Señor,
sin distinción
de noche y día,
porque al atardecer
seguirá habiendo luz.
8Aquel día brotará
porque al atardecer
seguirá habiendo luz.
8Aquel día brotará
un manantial
en Jerusalén:
la mitad
fluirá hacia el mar oriental,
la otra mitad hacia el mar occidental;
la otra mitad hacia el mar occidental;
lo mismo
en verano que en invierno.
9EI Señor será rey de todo el mundo.
Aquel día el Señor será único
9EI Señor será rey de todo el mundo.
Aquel día el Señor será único
y su nombre
único.
10Todo
el país se allanará: desde La Gueba hasta Rimón Négueb*. Jerusalén estará en alto
y
habitada, desde la Puerta de Benjamín hasta la Puerta Vieja y hasta la Puerta del Ángulo, desde la torre de Jananel hasta el Lagar del Rey. 11Estará habitada, no volverá a ser proscrita; habitarán en Jerusalén tranquilos.
habitada, desde la Puerta de Benjamín hasta la Puerta Vieja y hasta la Puerta del Ángulo, desde la torre de Jananel hasta el Lagar del Rey. 11Estará habitada, no volverá a ser proscrita; habitarán en Jerusalén tranquilos.
12A
todos los pueblos
que
lucharon contra Jerusalén
el
Señor les impondrá el siguiente castigo:
Se les
pudrirá la carne mientras estén en pie,
se les pudrirán los ojos en las cuencas,
se les pudrirá la lengua en la boca.
13Aquel día les asaltará un pánico terrible
enviado por el Señor.
se les pudrirán los ojos en las cuencas,
se les pudrirá la lengua en la boca.
13Aquel día les asaltará un pánico terrible
enviado por el Señor.
Cuando
uno agarre la mano de un camarada,
el otro volverá su mano contra él.
14Hasta Judá luchará contra Jerusalén.
el otro volverá su mano contra él.
14Hasta Judá luchará contra Jerusalén.
Arrebatarán
las riquezas de los pueblos vecinos:
plata y oro y trajes innumerables.
plata y oro y trajes innumerables.
15Los
caballos, mulos, burros, camellos y demás animales que haya en los campamentos
sufrirán el mismo castigo. 16Los supervivientes de las naciones que invadieron Jerusalén vendrán cada año a rendir homenaje al Rey, al Señor de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de las Chozas. 17La tribu que no suba a Jerusalén a rendir homenaje al Rey no recibirá lluvia en su territorio. 18Si alguna tribu egipcia no acude, el Señor la castigará como castiga a los que no van a celebrar la fiesta de las Chozas. 19Ésa será la pena de Egipto y de las naciones que no vengan a celebrar la fiesta de las Chozas.
sufrirán el mismo castigo. 16Los supervivientes de las naciones que invadieron Jerusalén vendrán cada año a rendir homenaje al Rey, al Señor de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de las Chozas. 17La tribu que no suba a Jerusalén a rendir homenaje al Rey no recibirá lluvia en su territorio. 18Si alguna tribu egipcia no acude, el Señor la castigará como castiga a los que no van a celebrar la fiesta de las Chozas. 19Ésa será la pena de Egipto y de las naciones que no vengan a celebrar la fiesta de las Chozas.
20Aquel
día los cascabeles de los caballos llevarán escrito: «Consagrado al Señor»; los
calderos del templo serán como los aspersorios del altar.
21Todos
los calderos de Jerusalén y Judá
estarán consagrados al Señor.
estarán consagrados al Señor.
Los que
vengan a ofrecer sacrificios
los usarán para guisar en ellos.
los usarán para guisar en ellos.
Y ya no
habrá mercaderes en el templo
del Señor de los ejércitos aquel día.
del Señor de los ejércitos aquel día.
14,1-3
Llega el gran asalto de la coalición internacional (Ez 38-39). La fórmula anafórica
cambia, para introducir el gran día del Señor, el final y definitivo (JI 3-4; Sof
1,7-18). Los invasores penetran hasta el corazón de la ciudad (Jr 52), donde
saquean y matan y deportan (cfr. Is 13,15; Am 7,17). Cuando la situación parece
desesperada, como en el asedio de Senaquerib (Is 37,36-38), interviene Dios en
una salida militar (Ex 11,4). Así se salva un resto de la ciudad.
14,4-5
En el monte de los Olivos hizo su última parada la Gloria del Señor cuando abandonó
Jerusalén (Ez 11,23). Por el mismo camino vuelve el Señor y hace su entrada triunfal
(Is 40 y 62). A su llegada los montes se abren haciendo paso (cfr. Ex 14), ofreciendo
una calzada al soberano que retorna. En este contexto resulta incoherente la
huida de los judíos: ¿ante el enemigo derrotado?, ¿ante la teofanía liberadora?
Creo que es glosa basada en un error de lectura. Los "consagrados" pueden
ser corte angélica (Dt 33,3; Sal 89,8) o sus guerreros (Is 13,3), o el séquito
de repatriados (Dn 7,18).
14,6-7
Al revés de Gn 8,22, se anula el pulso de noche y día; siguiendo a Is 60, empieza
un día único e interminable. Un día "conocido" o elegido (cfr. Eclo
33,7-9). El día final y escogido sería un sábado único e interminable: la tierra
participaría del descanso genesíaco de Dios.
14,8 Es
el manantial de vida prefigurado en Is 8,6 y Jr 2,13, anunciado en Ez 47 y JI 4,18.
No se secará en ninguna estación.
14,9
Conviene leer unidos los dos enunciados, con la cláusula temporal en medio. El Señor
comienza a reinar definitivamente, él solo, en todo el mundo. Es la oración de
Dt 6,4 llevada al extremo; es el cumplimiento de Sal 96 y 98. Extirpados los
nombres de los ídolos (13,2), el nombre del Señor es único.
14,10 *
= Granado del Sur.
14,10-12
Jerusalén, amenazada y diezmada (14,1-2), ahora se llena de vecinos que viven
en paz (Jr 33,16; Ez 34,27). La capital descuella solitaria en medio de una
gran llanura (cfr. Jr 21,13).
14,13
Véanse 2 Re 19,35 y Ez 38,22.
14,14 La primera frase probablemente es glosa.
14,16-19
La fiesta de las Chozas era una fiesta popular y alegre, terminada la vendimia y
los trabajos del campo. Los paganos son invitados al vasallaje, más que al gozo
de la fiesta: no es mucho lo que se les concede.
14,20-21
Siguiendo en el terreno del culto y en decrescendo final, el autor contempla una
consagración íntegra en la ciudad santa: no habrá distinción de instrumentos
sacros y profanos, pues todos estarán al servicio del templo. El tráfico del
comercio profana y por eso queda excluido.
CAPÍTULO 13,1-6. ZACARÍAS.
13 1 Aquel día se alumbrará
un manantial
un manantial
contra los
pecados e impurezas
para la dinastía de David
para la dinastía de David
y los
vecinos de Jerusalén.
2Aquel día
2Aquel día
-oráculo
del Señor de los ejércitos-
extirparé del país
extirparé del país
los nombres
de los ídolos
y no serán
invocados más;
también apartaré del país sus profetas
y el espíritu que los contamina.
también apartaré del país sus profetas
y el espíritu que los contamina.
3Si uno
vuelve a profetizar, los mismos
padres que lo engendraron le dirán: No quedarás
vivo, por haber profetizado mentiras en nombre
del Señor. Sus mismos padres lo atravesarán por
meterse a profeta.
padres que lo engendraron le dirán: No quedarás
vivo, por haber profetizado mentiras en nombre
del Señor. Sus mismos padres lo atravesarán por
meterse a profeta.
4Aquel
día se avergonzarán los profetas de sus visiones y profecías y no se vestirán mantos
peludos
para engañar. 5Dirán: No soy profeta, sino labrador; la tierra es mi ocupación
desde la
juventud. 6Le preguntarán: ¿Y qué son esas heridas que llevas entre los brazos? Contestará: Es
que me hirieron en casa de mis amantes.
juventud. 6Le preguntarán: ¿Y qué son esas heridas que llevas entre los brazos? Contestará: Es
que me hirieron en casa de mis amantes.
13,1 El
llanto se completa con un rito lustral (Ez 36,17). Ese manantial no se ha de confundir
con el de 14,8; sustituye más bien al depósito de las abluciones, ofreciendo agua
corriente.
13,2-6
Continúa la purificación eliminando las causas de rebeldías y crímenes: los profetas
de ídolos y los falsos profetas del Señor (Jr 23; Ez 13; Miq 1-2). Extirpar
nombre e invocación es quitarles toda función, condenarlos a la extinción (cfr.
Sal 82 y Dt 12,3).
13,3
Incluso los padres han de colaborar en la purificación (cfr. Ex 32,27-29 y Dt
13,7-12).
13,4-6
La escenita contiene alusiones a costumbres que desconocemos. Véanse: el traje
de Elías (2 Re 1,8), incisiones rituales (Dt 14,1 y 1 Re 18,28). "Amantes":
o título de falsos dioses o simplemente amigos. Quizá sea una evasiva la
respuesta del profeta, citando una frase de Amós (Am 7,14).
13,7-9
Detrás del cap. 11.
CAPÍTULO 12. ZACARÍAS.
12 1Oráculo. Palabra del Señor para
Israel.
Oráculo del Señor que desplegó el cielo, cimentó la tierra y formó el espíritu del hombre Dentro de él.
Oráculo del Señor que desplegó el cielo, cimentó la tierra y formó el espíritu del hombre Dentro de él.
2Mirad:
voy a hacer de Jerusalén una copa embriagadora para todos los pueblos vecinos;
también Judá estará en el asedio de Jerusalén.
también Judá estará en el asedio de Jerusalén.
3Aquel
día haré de Jerusalén una piedra caballera para todos los pueblos: cuando se
alíen contra ella todas las naciones del mundo, el que intente levantarla se
herirá con ella.
4Aquel
día -oráculo del Señor-
haré
que se espanten los caballos
y se
asusten los jinetes;
pondré mis ojos en Judá
pondré mis ojos en Judá
y
cegaré los caballos de los paganos.
5Las tribus de Judá se dirán:
5Las tribus de Judá se dirán:
Los
vecinos de Jerusalén cobran fuerzas
gracias al Señor de los ejércitos, su Dios.
6Aquel día haré de las tribus de Judá
gracias al Señor de los ejércitos, su Dios.
6Aquel día haré de las tribus de Judá
un
incendio en la espesura,
una tea
en las gavillas,
se cebarán
a derecha e izquierda
en todos los pueblos vecinos.
Mientras Jerusalén
en todos los pueblos vecinos.
Mientras Jerusalén
seguirá
habitada en su sitio.
7EI Señor
salvará las tiendas de Judá como antaño:
así ni la dinastía davídica
así ni la dinastía davídica
ni los
vecinos de Jerusalén
mirarán
con orgullo a Judá.
8Aquel
día escuchará el Señor
a los vecinos de Jerusalén:
a los vecinos de Jerusalén:
El más flojo
será un David,
el sucesor
de David será un dios,
un ángel
del Señor al frente de ellos.
9Aquel día me dispondré a aniquilar
9Aquel día me dispondré a aniquilar
a todas
las naciones
que invadan
Jerusalén.
10Sobre
la dinastía davídica
y los
vecinos de Jerusalén
derramaré un espíritu
derramaré un espíritu
de compunción
y de pedir perdón.
Al
mirarme traspasado por ellos mismos,
harán duelo como por un hijo único,
llorarán como se llora a un primogénito.
harán duelo como por un hijo único,
llorarán como se llora a un primogénito.
11 Aquel
día el luto de Jerusalén, será tan grande
como el de Hadad Rimón,
como el de Hadad Rimón,
en el valle
de Meguido.
12Hará duelo
el país, familia por familia:
La familia
de David aparte, y sus mujeres aparte;
la familia de Natán aparte, y sus mujeres aparte;
13la familia de Leví aparte, y sus mujeres aparte;
la familia de Semeí aparte, y sus mujeres aparte;
14todas las familias supervivientes una a una parte,
la familia de Natán aparte, y sus mujeres aparte;
13la familia de Leví aparte, y sus mujeres aparte;
la familia de Semeí aparte, y sus mujeres aparte;
14todas las familias supervivientes una a una parte,
y sus mujeres
aparte.
12-14
Lo que sigue
hasta el final, tres capítulos menos tres versos, lleva un nuevo título y se
presenta como una serie de oráculos breves, introducidos por la fórmula "aquel
día" o una equivalente. En el último miembro la fórmula suena al final, mostrando
la intención de clausurar la serie. En la cuenta nos salen diecisiete fórmulas.
Se pregunta: ¿forman una serie heterogénea o forman una unidad? No preguntamos
por la génesis, sino por el resultado.
a)
Primera hipótesis. Los oráculos son autónomos y se han de entender cada uno por
su lado. Estos capítulos son un recipiente donde autores posteriores han ido
depositando sus aportaciones. Al intérprete toca distinguir y asignar.
b)
Segunda hipótesis. La repetición anafórica produce una impresión unitaria. Esto
supuesto el intérprete pregunta si el conjunto compone una figura conocida,
identificable o reductible a un esquema genérico común.
Entonces se ofrecen textos como Is 24-27; 65-66; JI 3-4; Ez 37-38; textos que pertenecen a un género que solemos llamar "escatologías proféticas".
Entonces se ofrecen textos como Is 24-27; 65-66; JI 3-4; Ez 37-38; textos que pertenecen a un género que solemos llamar "escatologías proféticas".
c)
Esquema ideal de escatología protética. Límites geográficos universales: una
coalición de naciones contra el pueblo santo o la ciudad santa; pueblo y ciudad
son purificados por eliminación o conversión; los agresores son derrotados en
batalla o condenados en juicio. El cosmos suele acompañar los hechos, revelando
la venida del Señor (teofanía) o prestándole sus armas. El nuevo reino tiene su
capital en Jerusalén, Dios mismo es su rey; aunque puede haber sitio para mediadores.
Las naciones, reducidas a cierto número de supervivientes, pueden incorporarse al
nuevo reino, rindiendo homenaje, en peregrinación litúrgica. En el nuevo reino
dispensa Dios sus bendiciones generosamente.
d) La
versión de Zac 12-14:
Jerusalén,
centro del mundo, es asaltada por los paganos; el asalto servirá a ella de purificación,
a los agresores de castigo.
La
purificación de Jerusalén incluye: muerte y destierro de muchos, eliminación de
idólatras y falsos profetas, acto penitencial del pueblo.
Provocando
una transformación cósmica, llega el Señor a reinar, como monarca único y
universal.
Cambia
el paisaje, el clima, desaparecen las tinieblas, se asegura la fertilidad.
El rey
invita a los paganos supervivientes a rendir homenaje como condición para otorgarles
sus bendiciones. En torno a Jerusalén todo queda consagrado.
Hay que
contar con probables inserciones. P. ej. un autor hace constar la participación
de Judá, su rivalidad y reconciliación con Jerusalén (adiciones en 12,2-7 y 14,13).
Algunas adiciones se delatan por el enlace "también". El estilo en
general es escueto y rítmico; las imágenes son breves, poco desarrolladas.
12,1 El
título es extrañamente cumulativo: Oráculo (contra paganos), palabra, oráculo.
"Modelar' es imagen de alfarería (Gn 2,7s.19): es insólito aplicarla al
espíritu (Sal 33,15 lo dice del corazón).
12,2 Sin
introducción. Levanta el telón y prepara la escena. La imagen de la
"copa" está tomada de Jr 25,15 (o 51,7) y transformada al aplicarla a
Jerusalén. La primera o parcial conquista de Jerusalén embriagará de triunfo a
los asaltantes con embriaguez fatal. Se suelen llamar "pueblos
vecinos" los reinos colindantes, de cuyo ataque sale Jerusalén fácilmente
victoriosa, antes del ataque universal (14,1-3). La sentencia final es adición.
12,3
Piedra superior, horizontal del molino. Tal la capital, de dimensiones gigantescas,
peligrosas para el agresor. Sugiere el ataque universal.
12,4
Tres sustantivos rimados desbaratan caballos y tropa (Dt 28,28; 2 Re 6,18-20). La
referencia a Judá es adición.
12,6
Imagen de incendio: Miq 5,7; Is 9,18s.
12,7
Una rivalidad entre la provincia y la capital puede reflejar una situación
nueva, o es reminiscencia de viejas rivalidades surgidas cuando Jerusalén
ascendió a capital frente a ciudades tradicionales: Hebrón, Betel, Gabaón ...
12,8
Sobre la valentía de David, 1 Sm 17. Como un dios o un ser sobrehumano: 2 Sm 14,17; Is9,5-7.
12,10
Efusión de espíritu: Ez 39,29; JI 3,1 s; con otros verbos Is 42,1; Ez 37,5. El enigmático
"traspasado" parece referirse a un mártir inocente y anónimo de cuya
muerte es responsable el pueblo. La mención de Meguido (2 Re 23,29) hace pensar
en Josías, muerto en la batalla, transfigurado por la profecía de Is 53. El
hombre, al contemplar la víctima de su furia insensata, recapacita y comienza
un proceso de arrepentimiento. El camino se paga caro: con la muerte de un inocente
(Jn 19,37).
12,11
Hadad Rimón es probablemente una divinidad que muere, por la que se entona un
lamento ritual: véase Ez 8,14 refiriéndose a Tamuz.
12,12-14
Parte del ritual: por grupos o turnos. No sabemos explicar la referencia a Semeí
(2 Sm 16 y 19 o Nm 3,12).
CAPÍTULO 13,7-9. ZACARÍAS.
13 7iArriba, espada, contra mi pastor,
contra mi ayudante!
contra mi ayudante!
-oráculo
del Señor de los ejércitos-.
Hiere al pastor,
Hiere al pastor,
que se dispersen
las ovejas;
volveré
mi mano contra los zagales.
8En
todo el país -oráculo del Señor-
dos tercios serán arrancados
dos tercios serán arrancados
y perecerán,
y quedará
sólo un tercio.
9Ese tercio lo pasaré a fuego,
lo acrisolaré como al oro,
9Ese tercio lo pasaré a fuego,
lo acrisolaré como al oro,
lo acendraré
como a la plata.
Después
me llamará
y yo le
contestaré;
diré: Son mi pueblo,
diré: Son mi pueblo,
y ellos
dirán: El Señor es mi Dios*.
13,8-9
La sucesiva purificación parece inspirarse en Ez 5,12. "Acrisolar": Is
1,25; Sal 66,12. El final es fórmula de reconciliación que restablece la alianza:
la pronuncian las dos partes (Dt 26,17s).
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