8.
Los cuatro carros
6 1 Alcé la vista de nuevo y vi aparecer cuatro carros entre dos montañas:
las montañas eran de bronce. 2Del primer carro tiraban caballos alazanes; del segundo,
caballos tordos; 3del tercero, caballos blancos; del cuarto, caballos píos.
4Pregunté
al ángel que hablaba conmigo:
-¿Qué
significan, señor?
5El ángel
me respondió:
-Están al
servicio del Dueño de todo el mundo y salen a los cuatro vientos. 6Los alazanes
parten hacia levante, los tordos hacia el norte, los blancos hacia poniente, los píos hacia el sur.
parten hacia levante, los tordos hacia el norte, los blancos hacia poniente, los píos hacia el sur.
7Salían
briosos, dispuestos a recorrer la tierra.
El les
ordenó:
-Recorred la tierra.
-Recorred la tierra.
8y lo hicieron.
Y a mí me gritó: -Los que salen hacia el norte aplacan mi ira contra el país del
norte.
La
corona
9El Señor
me dirigió la palabra:
10-Pide
dones a los exiliados que han vuelto de Babilonia: a Jelday, Tobías y Yedayas;
después
vete a casa de Josías, hijo de Sofonías. 11Toma oro y plata, haz una corona y pónsela en la cabeza a Zorobabel hijo de Sealtiel. 12y le dirás:
vete a casa de Josías, hijo de Sofonías. 11Toma oro y plata, haz una corona y pónsela en la cabeza a Zorobabel hijo de Sealtiel. 12y le dirás:
Así dice
el Señor de los ejércitos:
Ahí está
el hombre llamado Germen,
que construirá el templo
que construirá el templo
-su descendencia
germinará-;
13él
construirá el templo, él asumirá la dignidad
y se sentará en el trono para gobernar;
mientras el sumo sacerdote se sentará en el suyo,
y reinará la concordia entre los dos.
y se sentará en el trono para gobernar;
mientras el sumo sacerdote se sentará en el suyo,
y reinará la concordia entre los dos.
14La corona
quedará en el templo del Señor
como recordatorio para Jelday, Tobías, Yedayas y
Josías, hijo de Sofonías.
como recordatorio para Jelday, Tobías, Yedayas y
Josías, hijo de Sofonías.
15Si obedecéis
al Señor, vuestro Dios,
de lejos
vendréis a construir el templo,
y sabréis que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a vosotros.
y sabréis que el Señor de los ejércitos
me ha enviado a vosotros.
EXPLICACIÓN.
6,1-8
Esta última visión empalma con la primera; sólo que en vez de jinetes, tenemos carros,
en vez de tres colores, tenemos cuatro, en vez de inspección tenemos castigo. El
texto hebreo ha sido manipulado, especialmente el v. 6; la traducción intenta
subsanar incoherencias. Con todo, queda un problema: si los expedicionarios son
cuatro y parten en cuatro direcciones, ¿por qué el castigo alcanza sólo al país
del Norte? Porque ese país es, según Jeremías (3,18; 4,6; 6,1.22 etc.), Babilonia,
donde se ha acumulado y entronizado la maldad.
Las
carrozas con los aurigas se encuentran en una zona remota, en la corte del Soberano
del mundo; la rodean montañas, con un desfiladero de entrada y salida. El material
traslada las montañas al reino de la fantasía.
6,8 Si
el "país del norte" es Babilonia, tenemos el siguiente proceso: los
judíos han de huir (2,10), la maldad se instala allí (5,11), la cólera se
desfoga contra ese país. Las visiones han terminado, pero queda algo por decir.
6,9-15
A la investidura del sumo sacerdote (3,1-10) corresponde la coronación del rey.
En sentido técnico, Zorobabel no fue rey coronado, pues era un jefe local
sometido a Darío; en sentido lato se podría considerar como rey vasallo del
emperador. Al profeta parece interesarle más la categoría de sucesor legítimo
de David, "Germen". La corona ceñida el día de la entronización queda
en el templo como recordatorio. ¿Recordatorio de ese día o de la institución
real cuando falte el rey?
Zorobabel
despareció del escenario histórico en silencio, sin avisar, "mutis por el foro".
Al faltar el monarca en funciones, el templo conserva como recordatorio y
prenda de esperanza la corona que corresponde exclusivamente al sucesor
legítimo, Germen, de David. Un día ocupó el mando supremo un sumo sacerdote
(véase el final de 1 Mac, sobre la dinastía asmonea). Entonces un editor puso
en el texto Josué donde decía Zorobabel (v.12). Ésta es la explicación más plausible
de la anomalía.
Hasta
el final del v. 13 se completa el cuadro de los dos poderes, según el siguiente
esquema:
Josué
investidura 3,4
promesa condicionada 3,7
signos de Germen 3,8
dos olivos 4,9
servicio del Soberano 4, 14
Zorobabel
coronación 6, 11
promesa condicionada 6,15
Germen presente 6, 12
dos tronos 6,13
gobierno concorde 6, 13
6,11 La
corona es del rey: 2 Sm 12,30; Jr 13,18; Sal 21,4; Lam 5,15.
6,13 La
"dignidad" se predica del rey en Jr 22,18; Sal 21,6; 45,4 etc.
6,15 La
colaboración de hombres venidos de lejos no encaja ni en tiempo de Zacarías ni
en tiempo de Nehemías; a no ser que se trate de nuevas ondas de repatriados. Parece
adición. Al final, el profeta acredita su misión.
En
estos seis capítulos, el profeta ha compuesto un cuadro bastante completo de la
restauración, profundizando su perspectiva hacia el futuro.
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